martes, 9 de octubre de 2012

Los jóvenes y la universidad. Parte 1.


Universidad, un mundo de retos para los adolescentes


Los adolescentes deben tener un acompañamiento permanente por parte de los padres con el fin de generarles confianza y seguridad en el momento de elegir una carrera profesional.
Se deben buscar alternativas educativas para los chicos que salen a muy temprana edad y no tienen claro qué carrera van a estudiar. Este tiempo no debe ser mayor a seis meses.
Decirle adiós al colegio y matricularse en una universidad no incluye solamente escribir dedicatorias en las camisas de los compañeros y esperar la fiesta de graduación, también es el tránsito de la infancia a la madurez, ese abrirse al mundo y despertar a la vida de las responsabilidades, una línea muy compleja de determinar.

“Es importante que los jóvenes que salen de la etapa escolar sepan muy bien qué van a ser en su futuro como adultos, la gran mayoría de los adolescentes terminan sus estudios de bachillerato a muy temprana edad y no saben que camino van a coger para iniciar una carrera universitaria, es fundamental que ellos se tomen un tiempo no mayor a seis meses y busquen alternativas diferentes antes de iniciar el proceso de una carrera universitaria, esto con el objetivo de evitar una deserción en el segundo o tercer semestre de estudio”, explicó el licenciado en educación y tecnología reeducativa, Jhon Alexánder Ocampo Timote.

La llegada a la universidad es un gran cambio en el desarrollo de la personalidad de los adolescentes, debido a que ahora ellos tendrán que desenvolverse en un ambiente más informal y con mayor autonomía de sus actos, donde tendrán que establecer horarios de estudio poco habituales a los que estaban acoplados en el colegio.

“Este gran paso del colegio a la universidad es un giro bastante radical que afecta las normas y los controles estrictos a los que ya estaban acoplados. Es fundamental que los padres generen espacios de conversación con los muchachos con años de anticipación, para que este nuevo mundo no les ocasione un desequilibrio emocional y ellos conozcan el nivel de responsabilidad que tiene la educación superior”, aseguró Ocampo Timote.

Los jóvenes en esta nueva etapa de iniciación tienen la posibilidad de generar comportamientos más abiertos, escoger materias, salones, días de estudio, e incluso patrones de comportamiento algo, que no todos asimilan de la misma forma.
“Los estudiantes durante la escuela siempre tratan de ceñirse a patrones de comportamiento estrictos, al llegar a un espacio tan independiente y de tanta responsabilidad personal se desbocan por hacer lo que nunca habían podido hacer por estar de una u otra manera ‘encarcelado’ en la regla, la cordura, y los buenos modales.

Es ahí donde empieza un ciclo bastante complicado para los padres de familia, porque el chico que nunca fumó lo va a empezar hacer por no desentonar con lo demás, va a comenzar a llegar tarde a la casa porque no tiene un horario que cumplir y la rumba estaba muy buena, en fin un sinnúmero de acontecimientos que pueden llegar a enloquecer literalmente hablando a los padres”, indicó el docente.

Es de suma importancia que los padres sostengan un diálogo abierto con los chicos en el que se les explique la importancia de ser conscientes de todo los actos que se realicen y recalcarles que todo lo mal hecho tiene una consecuencia que hay que asumir con madurez y entereza.

“Con la terminación del colegio, los adolescentes entran en una fase complicada, porque esta en sus manos el futuro como profesionales y deben ser realistas de que son responsables de su propia formación. Es aquí donde entra otro punto que no se debe dejar por fuera del tema y es la orientación vocacional que se debe impartir en todos los colegios desde el grado noveno, esto con el objetivo de mirar las capacidades, ventajas, fortalezas, y enfoque de cada uno de estos chicos para que así no entren en un dilema el día que terminan su segunda etapa de formación para dar inicio al amplio y diverso mundo de la universidad”, aseveró Alexánder Ocampo.

Otro de los factores de riesgo con respecto a la escogencia de la carrera profesional del adolescente, es la deserción, puesto que de acuerdo a varios estudios, en Colombia un número elevado de estudiantes abandona la carrera en los primeros semestres por distintas situaciones, como dificultad para acoplarse a las exigencias académicas, altos costos económicos y problemas de adaptación con los demás compañeros.

“La deserción de estudiantes es algo multicausal, puesto que existen muchos casos donde los jóvenes no están convencidos de que están estudiando o se ven presionados por el entorno en el que viven y por las exigencias de la sociedad”, comentó Ocampo Timote.


Orientación vocacional
La orientación vocacional es un conjunto de prácticas destinadas al esclarecimiento de la problemática vocacional. Se trata de un trabajo preventivo cuyo objetivo es proveer los elementos necesarios para posibilitar la mejor situación de elección profesional para cada sujeto

Puede concretarse de forma individual o grupal, ya que supone actividades ligadas tanto a la exploración personal como al análisis de la realidad a través de información sobre la oferta académica y las particularidades del mercado laboral.

Por lo general, los destinatarios son los adolescentes que se encuentran próximos a la finalización de sus estudios secundarios. De todas formas, también puede estar dirigida a estudiantes universitarios, jóvenes en general y hasta a adultos insertados laboralmente, que evalúan la realización de formación de postgrado.

Cabe destacar que la búsqueda vocacional es una tarea personal donde cada individuo debe reconocerse como protagonista, pero contando con los recursos necesarios para favorecer y enriquecer esa búsqueda.

En este sentido, hay que tener en cuenta que la vocación no es algo innato, sino que se desarrolla en el plano de la acción, el conocimiento y la convivencia. Al adquirir diversas experiencias de modo consciente e inconsciente, el sujeto se convence de que puede elegir por sí mismo, de acuerdo a sus gustos y habilidades.

Los profesionales que asisten en la orientación deben descubrir la singularidad de cada persona y acompañar su decisión, sin olvidar que la tarea implica una responsabilidad para ambas partes. La investigación sobre la historia personal, los gustos, las preferencias y las aptitudes son claves en el proceso.


Objetivos 

“Es de suma importancia saber cual es el conocimiento del chico, es decir, describir sus propias capacidades, su rendimiento, sus motivaciones e intereses, su inteligencia y aptitudes, su personalidad. A partir de aquí, se le mostrarán las posibilidades reales que le ofrece el mundo académico y profesional, para que descubra su propia vocación, y tome una decisión libre y acorde con sus características y las del entorno”, expresó el maestro.

Como segunda medida debe haber un contacto con los padres, ya que éstos deben colaborar y participar en el proceso de orientación, siendo debidamente informados de la realidad educativa y laboral existente para aconsejar y apoyar a sus hijos, siempre y cuando no haya interferencia en la libre elección de los mismos.

“De igual forma hay que recordar que el adolescente debe ser libre para escoger su preferencia profesional, puesto que en la gran mayoría de los casos estos chicos son obligados a estudiar lo que los padres no pudieron anulando del todo los verdaderos intereses profesionales de los jóvenes”, concluyó el docente.


Recomendaciones
-Incorporar pedagogías de autoaprendizaje en los primeros años del bachillerato, fomentando las habilidades necesarias para llevar a cabo trabajos de formación con el fin de medir los puntos débiles del estudiante.

-Permitir que el adolescente se familiarice con el ambiente universitario. Se recomienda que asista a preuniversitarios o cursos preparatorios.

-La orientación profesional debe hacerse con más énfasis durante el bachillerato. La elección de la carrera de acuerdo con los gustos y las capacidades del alumno, determinará su éxito profesional.

-Despertar la motivación de los alumnos en cuanto al logro de objetivos por esfuerzo y dedicación.